
Al fundarse San Javier, en 1852, una de las primeras medidas de las autoridades -como se ha dicho- fue habilitar un viaducto que conectara a la nueva población con la banda poniente del río Loncomilla.
Se abrió así un camino a la cordillera de la Costa. Se esbozaba, además, una ruta hacia Constitución, anhelo creciente de los sanjvierinos y linarenses del siglo XIX, más aún si, cuando se debatía la construcción del ferrocarril de Talca hacia Constitución, en 1888, un parlamentario sugirió que la línea partiera desde San Javier.
En 1928 se planificó la construcción del primer puente sobre el Loncomilla. El viaducto fue de madera y concreto, con vigas de hierro. Se concluyó en 1932, pero las contingencias políticas de la época impidieron inaugurarlo. Resistió crecidas y tuvo algunas deficiencias, pero durante el cuarto siglo unió el centro del Maule con el litoral.
En 1953 Se dispuso la construcción de uno de hormigón. Cinco años antes se había desmantelado el puente ubicado frente a San Javier. El “puente nuevo” como se le conoció tras ser concluído a principios de 1955, tampoco pudo ser inaugurado. Dicho puente colapsó la noche del 18 de noviembre del 2004.
El nuevo puente, construido al norte del viaducto que data de 1957, fue terminado y entregado al uso público el 5 de julio de 2006, con una capacidad de carga de 45 toneladas. La infraestructura soportó sin problemas el terremoto del 27F.